miércoles, 22 de mayo de 2013

Calaveradas y calaveritas



Cuando escribo un artículo, siempre oigo una segunda voz, la voz de un bajo, que le va pidiendo al lector: Se' savio; intendi me' ch'i non ragiono. En este artículo se me sumó al coro, la frase alta de Juan Varo Zafra, que viene a decir que no hay mayor pérdida de tiempo que intentar convencer de que uno no es un insensible a un sentimental. Veremos cómo me afean que me meta con el pañuelo de mi mujer, cuando no hago sino defenderla. De la moda, ese molino de viento, ese gigante.


1 comentario:

  1. No estoy del todo seguro de que sea cosa única y necesariamente de la modernidad descreída, como en el artículo se dice. Copio de la wikipedia:

    "Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de los españoles. Hay registro de celebraciones en las etnias mexica, maya, purépecha y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se realizan en estas civilizaciones por lo menos desde hace tres mil años. En la era prehispánica era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento".

    (Subrayo lo de "y el renacimiento"). Lo de la "frivolización", hasta puede que sí. Aunque habría que ver qué se entiende exactamente por eso. En un momento de la película "Viridiana", de Buñuel, aparece un crucifijo, de uno de cuyos lados se despliega la hoja de una navaja. Curiosísimo objeto, que no sé yo si será "moderno", pero que desde luego no parece que sea "descreído". El ser humano es un bicho complicadito, creo.

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