lunes, 27 de agosto de 2012

Pequeña hipótesis

Sé que no se trata de ninguna maravilla, pero, por un lado, está la vanidad de dar con la clave de lectura de una obra, aunque sea menor, y, por otro, la certeza de que, equivocada o no, esa clave mejora el libro. 

Y luego está la advertencia moral: cuando uno empieza a preocuparse mucho por advertir sus pequeños momentos de felicidad, malo. La felicidad, como dice la dudosa traducción española, mejor inadvertida

3 comentarios:

  1. La obra inspiradora de esta reflexión ¿es...?

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  2. Perdona, confiaba en que el enlace lo aclarara: Momentos de inadvertida felicidad de Francesco Piccolo.

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